HISTORIA.
Este bien tan preciado en la época de Navidad está situado en la sala de pasos de la Iglesia de Ntra. Sra. de las Angustias, sede de la Ilustre Cofradía Penitente de Ntra. Sra. de las Angustias.
Los belenes son de tradición cristiana y que se inició en el s. XIII llegando a su mayor auge en 1734 gracias al joven Carlos de Borbón. En una de las casas se puede leer “A. D. 1765”.
Fue donado al Museo Nacional de Escultura por los hermanos García de Castro.
Este belén napolitano agrega la escena del nacimiento de Jesús, siendo una más entre las calles que lo componen. Se puede apreciar el trabajo tan minucioso que conlleva este tipo de artesanía.
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Está compuesto por más de doscientas figuras en las que se varía el tipo de personajes entre ellos están los Reyes Magos, la Sagrada Familia, el coro angelical, criados, turcos, gente común (lavanderas, herreros, mendigos, etc.). La vestimenta es típica del s. XVIII, sus rostros son caricaturescos, afeados y extravagantes.
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Como muchos otros belenes, éste carece de elementos escenográficos propios de la época.
Exposición en la Iglesia de la Angustias |
Para salvar en la medida de lo posible esta limitación, en la exposición se ha mantenido el aparato escenográfico y el consiguiente discurso narrativo que diseñaron sus anteriores propietarios: un ámbito urbano con la arquitectura popular del sur de Italia, en el que se integran, sin solución de continuidad, la vida rural de su periferia y la arruinada grandeza de la edificación que aloja el Misterio, inspirada en un dibujo preparatorio de Luca Giordano para la escenografía de un pesebre, de los pocos documentos conservados sobre este tema.
Los materiales utilizados en el belén han sido entre otro hilo metálico, estopa, vidrio, barro, tejido, madera, etc.
Las figuras humanas se suelen realizar con diversos materiales: el cuerpo es un flexible armazón de alambre forrado de estopa, que permite variar las posturas; piernas y brazos se tallan en madera; la cabeza es de barro cocido con los ojos de cristal; se completan con los trajes y accesorios que precisan su papel en el conjunto.
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Los animales, partícipes en la propia escena del Nacimiento, adquieren un protagonismo creciente desde mediados del XVIII, se copian del natural. La credibilidad final de la escena está garantizada por una suma de dispares elementos que establecen o subrayan la identidad de espacios y personajes, contribuyendo al abigarramiento y el desorden vital de la composición, los cuales reciben la denominación genérica de accesorios (finimenti).
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Los animales están representados con gran calidad en su habitual diversidad: el rebaño de ovejas y cabras, el ganado vacuno con un ejemplar tumbado; las caballerías de tiro, de carga y de monta; y los que corren entre los personajes, se acogen a sus corrales o cuelgan de sus manos con oscuro destino.
Son escasos los procedentes de lejanos países, aunque con un protagonismo indiscutible: los camellos, el elefante en marcha y los galgos de líneas estilizadas.
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El conjunto de accesorios es abundante y diverso: verduras, despieces de animales, peces y mariscos exhibidos en cestas, vajillas, utensilios, armas, plata; algunos son delicadas miniaturas o pequeñas naturalezas muertas que combinan materiales, técnicas y colores, como las cestas de frutas (barro, cera, madera, mimbre).
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Merece una atención especial el magnífico grupo de instrumentos musicales, fieles reproducciones a escala de los reales, detenidamente estudiado por Joaquín Díaz.
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INFORMACIÓN FOTOGRÁFICA Y DOCUMENTAL.
- Museo Nacional de Escultura de Valladolid.
- Información de la iglesia Ntra. Sra. de las Angustias.
Reseña. Si alguien necesitara alguna fotografía, hazme la petición por email desde mi blog.
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